Navegando y navegando, crucé el océano en busca de un puerto donde anclar, sentía mi cuerpo desvanecerse ante la incertidumbre del amor perdido, sólo quedaban recuerdos: un beso, una noche sin consumarse; pero como una luz lejana, brisas del pasado me traían nuevas esperanzas, aquello tan añorado, volvía a mi vida.
¿Por qué se dice tanto que el primer amor es el más hermoso? Quizás porque en él descubrimos ese sentimiento maravilloso. Pero es el sentimiento quién es maravilloso y pocas veces lo sigue siendo el objeto amado. Sí, hay muchas uniones con el primer amor que resultan para toda la vida, pero ¿y el amor? Voluntaria y generosamente Blanca Irene nos abre su cofre de sentimientos para mostrarnos una excepción a la regla: un primer amor que es el definitivo. ¡Cuánta envidia!, porque quisiéramos haber recorrido esos caminos. Muchos escritores garabatean historias de amor fabulosas, pero en el fondo sabemos que es pura invención. En estas páginas la emoción es más auténtica porque no asistimos a una “representación”, sino a la descripción de una historia real nada menos que por su protagonista, de la que recibimos parte de la felicidad que desborda. Y no todo de color de rosa, porque ese amor sufrió la prueba del tiempo y la separación. Un libro como éste es una rareza que hay que disfrutar.
Sonó un campanazo y una voz muy femenina, pero fuerte a la vez, con carácter de disciplina, gritó: “Se inician las clases, hagan fila en completo silencio”.
1 comment:
¿Por qué se dice tanto que el primer amor es el más hermoso? Quizás porque en él descubrimos ese sentimiento maravilloso. Pero es el sentimiento quién es maravilloso y pocas veces lo sigue siendo el objeto amado. Sí, hay muchas uniones con el primer amor que resultan para toda la vida, pero ¿y el amor? Voluntaria y generosamente Blanca Irene nos abre su cofre de sentimientos para mostrarnos una excepción a la regla: un primer amor que es el definitivo. ¡Cuánta envidia!, porque quisiéramos haber recorrido esos caminos. Muchos escritores garabatean historias de amor fabulosas, pero en el fondo sabemos que es pura invención. En estas páginas la emoción es más auténtica porque no asistimos a una “representación”, sino a la descripción de una historia real nada menos que por su protagonista, de la que recibimos parte de la felicidad que desborda. Y no todo de color de rosa, porque ese amor sufrió la prueba del tiempo y la separación. Un libro como éste es una rareza que hay que disfrutar.
Sonó un campanazo y una voz muy femenina, pero
fuerte a la vez, con carácter de disciplina, gritó: “Se
inician las clases, hagan fila en completo silencio”.
Post a Comment